Investigador MIDAP gana importante fondo de telepsiquiatría para trabajar con niños y adolescentes del SENAME

En el marco del “Concurso de Fondos para el Desarrollo de Proyectos de Telemedicina en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile”, el psiquiatra e investigador MIDAP, Matías Irarrázaval, se adjudicó un proyecto con el cual diseñará e implementará un servicio de telepsiquiatría, el que buscará mejorar la atención de salud mental para niños, niñas y adolescentes con vulneración de derechos y/o sujetos a la Ley de responsabilidad penal adolescente.

telemedicina_irarrázavalEn Chile, existen cifras que indican que de todos los niños, niñas y adolescentes que entran a instituciones del Servicio Nacional de Menores (SENAME), entre un 70 y un 86 por ciento presentan alguna enfermedad relacionada con salud mental.

En este contexto, y con la misión de investigar y hacerle frente a este problema, el psiquiatra y miembro de MIDAP, Matías Irarrázaval, se adjudicó el proyecto “Diseño y Pilotaje De Un Servicio De Telepsiquiatría Para Mejorar La Atención De Salud Mental Para Niños, Niñas y Adolescentes Con Vulneración De Derechos Y/O Sujetos A La Ley De Responsabilidad Penal Adolescente”, convirtiéndose en uno de los 5 ganadores del Primer “Concurso de Fondos para el Desarrollo de Proyectos de Telemedicina en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile”.

El doctor Irarrázaval cuenta que su motivación principal es ser parte de las soluciones en salud para estos niños, niñas y adolescentes. “Lo principal es ser partícipe de las soluciones que se están proponiendo como país para los niños que están en centros del SENAME. También me interesa que desde la academia, especialmente desde la Universidad de Chile, puedan existir soluciones y, en este sentido, creo que esto puede ser parte de un diseño que sería de bastante utilidad no solamente para los niños, sino que también para la formación de futuros psiquiatras que podrían utilizar herramientas de telepsiquiatría para llegar a poblaciones que tienen dificultades de acceso”.

No es la primera vez que integrantes de MIDAP participan en investigación sobre telepsiquiatría. Las psiquiatras e investigadoras de nuestro Instituto Milenio, Vania Martínez y Graciela Rojas, lideraron, hace un par de años, dos proyectos en esta área, trabajando en zonas rurales de diferentes regiones del país. Uno de los aprendizajes que dejaron estas investigaciones fue el hecho de que en zonas urbanas, si bien hay mayor acceso a atención psiquiátrica, aún existen brechas y deficiencias en salud mental para niños y adolescentes.

Al respecto, Matías Irarrázaval señaló que “con estos proyectos antes realizados, lo interesante fue darnos cuenta que en las mismas ciudades, hay un grupo de niños, niñas y adolescentes que están sin atención de salud mental y que requieren mucho apoyo. El proyecto recientemente adjudicado será el primero que utilizará la telepsiquiatría dentro de un centro urbano”.

El equipo que compone el proyecto reconoce que trabajar con jóvenes del SENAME será un gran desafío. Sin embargo, existen varios casos exitosos en el mundo que han empleado la telepsiquiatría con adolescentes. “Los jóvenes tienen otra forma de pedir ayuda, de expresar los síntomas y sus motivaciones. Ver un equipo que está utilizando tecnología de videoconferencia para hacer una intervención, incluso puede ser atractivo y novedoso para ellos. Sin duda que es un desafío, y más todavía si estamos hablando de una población infanto adolescente que tiene un régimen especial, que están en protección o que están con vulneración de derecho. En este sentido, la forma de trabajo tiene que ser muy cuidadosa”, explicó el investigador.

“El apoyo de MIDAP fue importante para poder presentar este proyecto. Recibimos la asesoría de la Directora de Investigación del Instituto, Carola Pérez, quien realizó una evaluación del proyecto otorgando algunos comentarios que fueron relevantes. A esto se suma la participación de las investigadoras MIDAP, Vania Martínez, Graciela Rojas y Olga Fernández, además de las estudiantes de doctorado, Karla Álvarez y Viviana Guajardo”, agregó el líder del proyecto.

El estudio tiene una duración de dos años, y se espera que durante los primeros 12 meses ya se tenga lista la preparación del trabajo de campo para empezar a realizarlo. En el segundo año, en tanto, el objetivo es comenzar a realizar el análisis de la base de datos para poder tener algunos resultados.