El 4 de julio se realizó la segunda Reunión Ampliada de MIDAP, para conocer el desarrollo del trabajo de investigadores e investigadoras. En esta oportunidad, el tema de la reunión fue la salud mental en la educación superior, con la presentación de cuatro investigaciones.
La primera, “#enlaUvamosjuntxs: una iniciativa de salud mental universitaria”, presentada por la Investigadora Adjunta Vania Martínez. Esta iniciativa, explicó Vania, es parte de una estrategia mayor de la Organización Mundial de la Salud, liderada por la Universidad de Harvard, de la que participan 18 países, y cuyos objetivos son generar datos epidemiológicos e intervenciones basadas en internet. ELSAM es una encuesta longitudinal que pregunta sobre depresión, ansiedad, déficit atencional, manía, consumo de sustancias, riesgo suicida, autolesiones, TCA, historia de tratamiento, barreras para la búsqueda de ayuda, experiencias adversas infantiles, estresores actuales y apoyo social. Este cuestionario es adaptativo, es decir, profundiza sobre algunos componentes –que son aleatorizados– que tengan mayor presencia en las respuestas de cada participante. A nivel nacional participan más de 7 mil estudiantes de la Universidad de Chile, de los Andes, de O’Higgins, de Talca y Austral.
Los resultados de este estudio confirman los datos que han arrojado otras encuestas: en Chile hay un alto porcentaje de episodios depresivos mayores, tanto durante la vida como en los últimos 12 meses, así como el porcentaje de personas que presenta algún tipo de trastorno mental –en comparación con las cifras entregadas por la OMS– también es mayor. La investigación señala que los grupos de riesgo para ansiedad y depresión incluye a personas LGBTIQA+, de bajo nivel socio-económico, con sobrecarga horaria, sin espacio adecuado para estudiar, sin computador personal, quienes están en una relación de pareja, así como baja participación en actividades comunitarias.
De este proyecto se desprenden:
- Una tesis doctoral finalizada: “Pilot randomized controlled trial of an Ecological Momentary Assessment (EMA). Baseline Screening Application for therapists treating youth with depression”, de Fernando Parada.
- Un proyecto Fondecyt finalizado: “Desarrollo y evaluación de un programa basado en tecnologías digitales para la detección del riesgo suicida y la promoción de la búsqueda de ayuda en estudiantes universitarios: un estudio piloto de factibilidad, usabilidad y aceptabilidad”, a cargo de Álvaro Jiménez.
- Dos tesis de magíster en curso: “Factores socioeconómicos asociados a episodios depresivos mayores y subumbrales en estudiantes universitarios de primera generación”, de Valerie Walker; y “Experiencias con el uso de servicios de salud mental en atención primaria de estudiantes de educación superior universitaria LGB en Chile”, de Francisco Castro.
- Una tesis de doctorado en curso: “Inequidades en salud mental según orientación sexual e identidad de género, factores individuales relacionados y barreras para la búsqueda de ayuda en estudiantes universitarios/as”, de Marcelo Crockett.
- Un proyecto Fondecyt en curso: “Eficacia de una aplicación para teléfonos móviles para intervención temprana de depresión y ansiedad en jóvenes universitarios”. A cargo de Vania Martínez, con la participación de la tesista de doctorado Daniela Lira.
La segunda presentación correspondió al equipo liderado por el director de Investigación Alex Behn: “Caracterización de la salud mental de estudiantes de educación técnico-profesional y desarrollo de una estrategia integral para su cuidado”, del que también participan la Investigadora Colaboradora Marianne Cottin y el Investigador Joven Cristóbal Hernández. Esta investigación es una “radiografía” del bienestar y salud mental, estudio del que participaron más de 9 mil estudiantes de Duoc UC, un 9% del total de estudiantes.
Sobre la metodología, el trabajo desarrollado incluye el cruce de distintas herramientas que permitieron generar un cuestionario para conocer sobre hábitos, así como factores de riesgo y protectores. La encuesta fue adaptativa, y según las respuestas se desplegaron cuestionarios de profundización en temas como depresión, ansiedad, trastorno de la personalidad, ideación suicida, consumo de alcohol y drogas, entre otros. Quienes participaron recibieron un reporte personalizado, con recomendaciones específicas. En los casos en que fue necesario, los y las estudiantes fueron derivados a servicios de atención. Más detalles de esta investigación aquí.
La tercera presentación estuvo a cargo de la Investigadora Joven Natalia Salinas: “Factores asociados a la búsqueda de ayuda por problemas de salud mental en universitarios”, investigación que tiene como punto de partida el Fondecyt de iniciación que lideró Salinas sobre los factores facilitadores y obstaculizadores de la búsqueda de ayuda psicológica en estudiantes universitarios, estudio del que participaron mil 200 estudiantes entre 18 y 29 años. Para esta investigación se entrevistó a 500 estudiantes universitarios del mismo rango etario, de la Región de la Araucanía.
Según datos del INJUV de 2022, solo un 11,9% de los jóvenes recibe algún tipo de tratamiento psicológico o farmacológico para tratar algún problema de la salud mental. Los datos de la investigación de Natalia Salinas fueron recogidos durante la pandemia (2020-2021), y arrojaron principalmente la presencia de aburrimiento, frustración, angustia y miedo, mayor prevalencia de síntomas depresivos y ansiosos, con mayor presencia de estos en mujeres; y el empeoramiento del estado del ánimo.
Algunos de los resultados preliminares indican que hay una brecha de género importante: las mujeres tenían mayor tratamiento psicológico previo y actual, mayor uso de tratamiento farmacológico, registraron mayor impacto negativo de la pandemia en la salud mental, y presentaron más síntomas depresivos, ansiedad y estrés. Por otro lado, los hombres tienen mayores creencias estigmatizantes sobre la salud mental. Este estudio en particular reveló que las mujeres tenían más reticencia para buscar ayuda, y en ambos géneros, había menos reticencia para buscar ayuda informal.
La última presentación estuvo a cargo del Investigador Joven Álvaro Jiménez: “Desarrollo y evaluación de un programa basado en tecnologías digitales para la detección del riesgo suicida y la promoción de la búsqueda de ayuda en estudiantes universitarios: un estudio piloto de factibilidad, usabilidad y aceptabilidad”, Fondecyt de postdoctorado que se inserta dentro del proyecto presentado anteriormente por Vania Martínez.
Los problemas de salud mental en las y los estudiantes universitarios son variados y han ido en aumento. Álvaro Jiménez dedicó su presentación principalmente a uno de los problemas más graves: el riesgo suicida. La encuesta de la OMS –que se aplica en Chile y en otros países– arrojó que, en términos de riesgo suicida a lo largo de la vida, un 55% de los estudiantes reporta haber pensado en morir, mientras que la ideación suicida activa fue del 42% y el 12% ha intentado suicidarse en algún momento de su vida. En los últimos 12 meses, un 40% tuvo ideación suicida pasiva y un 19% ideación activa. Estos resultados corresponden a una sola universidad en dos olas. Por otro lado, hay barreras para conseguir ayuda. Con estos antecedentes, se realizó una intervención breve: una vez que se identificaron estudiantes con riesgo suicida en la encuesta ELSAM, fueron contactados a través de llamada telefónica o chat y fueron evaluados por un psicólogo o psicóloga utilizando la escala Columbia, quien posteriormente los derivó a algún servicio de atención. Este grupo tuvo un seguimiento durante dos meses. Luego de ese tiempo, un 40% busco ayuda en salud mental. El proyecto Fondecyt busca evaluar y desarrollar una intervención basada en tecnología digital, utilizando la aplicación “Cuida tu ánimo”, en la que se han incorporado cuatro módulos con contenidos psicoeducativos sobre depresión, prevención del suicidio, mindfulness, regulación emocional, hábitos de vida saludable, higiene del sueño, identificación de redes de apoyo, entre otros. También se evaluó la disposición al cambio y se entregó un plan de seguridad personalizado. El plan piloto contó con un grupo de control activo y uno de intervención, utilizando en ambos la app.
El director de MIDAP, Juan Pablo Jiménez, felicitó el trabajo desarrollado por las y los investigadores. “Los cuatro trabajos se realizan en paralelo, y se observan factores de riesgo estructurales y culturales, que son más locales. Las presentaciones están centradas no solo en problemas y trastornos, sino también en el bienestar, y orientadas todas a intervenciones. Con todos estos antecedentes podremos proponer políticas públicas que vayan en ayuda de este grupo”.
La próxima reunión ampliada se realizará el 29 de agosto.