“Las personas que trabajan en los colegios están en una posición privilegiada para detectar a los adolescentes en riesgo”, afirmó investigadora de MIDAP.
Desde que el Taller ‘Prevención del Suicidio Adolescente en el Ámbito Escolar’ fue creado en 2013, cerca de un millar de profesores, orientadores y psicólogos del país han participado en él. Ahora fue el turno de profesionales de colegios de la Región de O’Higgins, en una jornada que MIDAP efectuó en Rancagua.
Se trata de un proyecto elaborado al alero del Programa Cuida tu Ánimo de nuestro instituto, para entregar herramientas a directores, profesores, orientadores y psicólogos que trabajan en establecimientos educacionales con el fin de que sepan abordar el tema del suicidio escolar y, especialmente, prevenirlo.
“Este taller es parte de las actividades que hacemos en el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad, MIDAP, para proyección al medio externo”, explicó la investigadora Asociada del instituto, Dra. Vania Martínez. “Y lo que buscamos es llegar a la comunidad, no a la comunidad científica sino al público general, en este caso específicamente a gente que trabaje en colegios”.
Con el apoyo del PAR Explora de O’Higgins, el viernes 17 de agosto se dictó la jornada en Rancagua, con participación de profesionales de diversas comunas de la región.
Según la coordinadora del Subdepartamento de Salud Mental del Servicio de Salud de O’Higgins, Sabina Valdivia, en 2017 hubo en la región 994 intentos de suicidio en menores de 29 años, y 119 personas lograron finalmente quitarse la vida, la mayoría en Rancagua y San Fernando –las ciudades más grandes- pero también en áreas menos pobladas, como Paredones.
“Son comunas que están en el secano costero, donde el informe epidemiológico habla de alto analfabetismo, cesantía crónica, trabajo temporal y deserción escolar”, informó la especialista.
La ventaja de hacer prevención en el colegio
En la primera parte del taller, la Dra. Vania Martínez, psiquiatra, y el psicólogo Álvaro Jiménez –también investigador de MIDAP- explicaron a los asistentes diversos aspectos del problema del suicidio adolescente, y cuáles son las estrategias eficaces para prevenir que los jóvenes lleguen a ese extremo de aflicción.
“Los adolescentes pasan bastante tiempo en los colegios y entonces las personas que trabajan en los colegios están en una posición privilegiada para detectarlos”, explicó la Dra. Martínez, que encabeza el proyecto. “Los ven en otros ámbitos: los ven relacionarse con sus pares, cómo están evolucionando en el mundo escolar, de rendimiento escolar, y entonces son un buen foco de detección. Pero sin duda uno también tiene que intervenir en la familia, en el sector salud, etc. Pero lo que nosotros les estamos entregando aquí a las personas que trabajan en educación son justamente herramientas para que ellos puedan transmitir estos conocimientos a los apoderados”.
En la segunda parte del taller, los asistentes se dividieron en grupos y trabajaron delineando diversas estrategias y protocolos que podrían aplicarse en sus establecimientos, no sólo para hacer prevención, sino también para actuar en el resto de la comunidad escolar si llegara a producirse un intento de suicidio o si se consumara el acto.
Opiniones de los participantes
“Hay aspectos nuevos. El protocolo es algo que nos incluye a toda la comunidad educativa, entonces el que todos manejemos parte de la información obviamente nos va a ayudar a prevenir el suicidio. El colegio donde trabajo tiene estudiantes desde Kínder a 4° medio. Tenemos población adolescente, y ahí van a entrar todas las herramientas de prevención”.
MARICELA PULGAR psicóloga de colegio
“El establecer protocolos es algo que dentro de la Educación sirve, ordena y te ayuda a que –a la hora de trabajar- todo tenga un orden que permita que el apoderado confíe, que el estudiante confíe y que también el cuerpo docente confíe. Si bien se hace un poco engorroso, cuando está todo protocolizado te permite llevar un orden y ese trabajo se hace evidente y se hace mejor”.
LUIS ORIAS Orientador escolar
“Sobre todo la segunda parte fue excelente, porque nos hace ver y tomar peso a la contingencia que estamos viviendo como colegio, porque abordamos cosas sin saber a lo mejor cuál es el objetivo, hacia dónde vamos. Ahora ya podemos concretarlo y ampliar nuestros protocolos y nuestra intervención en el colegio.
CARMEN GLORIA VALENZUELA Inspectora general