El Programa de Primera Infancia UC ligado a MIDAP, en alianza con la Fundación América para la infancia, capacitó a 44 psicólogos, trabajadores sociales, educadoras y técnicas en educación parvularia de todo Chile en la utilización de la técnica de Video-Feedback. Hasta la fecha dicho modelo no se había utilizado a nivel educativo en ninguna parte del mundo.
“Video-Feedback para la Promoción de la Sensibilidad Educativa en Equipos de Jardines Infantiles de la JUNJI”, es el nombre del proyecto que lidera la subdirectora del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP), Pía Santelices, quien junto a Esteban Gómez de la Fundación América para la Infancia y colaboradores, finalizó este año la implementación de un exitoso programa piloto para la Junta Nacional de Jardines infantiles de las regiones de Tarapacá y Magallanes. La actividad próximamente será replicada en otras 6 regiones del país este 2017, proyectándose a más regiones para el año 2018 y en un futuro, abarcar todo el territorio nacional.
Los profesionales capacitados y quienes están a cargo de aplicar la intervención en las diferentes regiones, son psicólogos y trabajadores sociales de la Unidad de Promoción de Ambientes Bientratantes (UPAB) de JUNJI, quienes desde el año 2014 buscan generar espacios de buen trato en los jardines, para así favorecer el ejercicio de los derechos de niños y niñas, sus aprendizajes, bienestar y desarrollo integral, en un contexto donde el bienestar de funcionarias y funcionarios se constituye en un elemento esencial para generar educación de calidad.
Al respecto el encargado nacional de la UPAB Osvaldo Ramos indica que “este proyecto es parte de una línea de trabajo que se proyecta desde hace mucho tiempo en la JUNJI y dentro de su relevancia se encuentra que durante el año pasado se adaptó la técnica de video-feedback a la realidad de la JUNJI, lo cual permite que este modelo sea muy pertinente y adaptado a la realidad de nuestros jardines infantiles.
La técnica del video-feedback ha sido utilizada clínicamente por años. Sin embargo, Pía Santelices explica que, en esta oportunidad, la novedad se basa en la manera en que lo están empleando. Según indica, dicha forma de aplicación “consiste en la filmación de las educadoras y técnicas que están en aula con los niños y su interacción con ellos. Luego, esos videos son analizados por las mismas educadoras y técnicas junto a la dupla de profesionales UPAB, psicólogos y trabajadores sociales, ya capacitados en video-feedback, y cuya misión es guiar el proceso de análisis grupal. Lo destacable de este proyecto es que se observan y destacan las fortalezas de quienes trabajan en sala, y estas prácticas son reforzadas, ya que el objetivo es promover mejores habilidades en el personal educativo”.
Desde el proyecto trabajaron en la creación de dos conceptos. El primero es la “sensibilidad educativa”, que consiste en captar la necesidad de los niños y responder de manera adecuada a ellas, y el segundo, es una “comunidad mentalizante”, que se refiere a crear e instalar en JUNJI, una comunidad que se piense a sí misma y que sea capaz de reflexionar sobre sus prácticas.
Con respecto al término de “comunidad mentalizante”, una de las participantes del piloto, la asistente social UPAB de Magallanes, Julia Navarrete, se refirió al trabajo realizado por el equipo liderado por Pía Santelices, señalando que “debo destacar el momento de la supervisión, porque es un espacio en donde la reflexión en torno a la interacción con la comunidad mentalizante va dibujando los aprendizajes que sostendrán el modelo a la larga. Este proceso estuvo expuesto a diferentes problemáticas, sin embargo, en ninguna de las etapas se perdió el foco ni la apreciación positiva sobre estos espacios de cuidado, porque si bien, el eje está centrado en la promoción de la sensibilidad educativa, un componente fundamental que levantamos tiene que ver con la consolidación de aspectos que favorecen la autoestima de las participantes”.
Por otro lado, Loreto Vera, psicóloga infantil y profesional del equipo de dirección nacional de la Unidad de Promoción de Ambientes Bientratantes de la JUNJI y responsable del proyecto, destaca la capacidad de quienes participan de este modelo de renovar su vocación. “Relevamos que las educadoras y técnicas en educación parvularia a través de esa experiencia, tuvieron la posibilidad de detenerse en su práctica cotidiana, a través de las imágenes de los videos, reencantándose con su quehacer y relevando los recursos que despliegan en sus prácticas educativas. En este sentido, este proyecto logró los objetivos propuestos desde un comienzo, los que están asociados a la promoción de los buenos tratos a la infancia, avanzar en la prevención de maltrato infantil y favorecer los contextos bientratantes entre el equipo educativo participante, lo cual nos llena de esperanza en la proyección de esta estrategia”, señaló.
El objetivo del uso del video-feedback es que se convierta en una práctica constante para ir mejorando las habilidades de las educadoras y técnicas en educación parvularia de JUNJI. Al respecto, la doctora Santelices explica que “la meta de JUNJI es el bienestar de los niños y niñas y eso se logra con un personal altamente competente. La gran pregunta es cómo hacerlo. Nosotros estamos proponiendo una manera de mejorar, donde el fin último es generar comunidades bientratantes, y como es un modelo basado en las fortalezas, también es un modelo que te cuida desde una base segura”.
Los cambios en los jardines de la JUNJI donde se realizó el piloto fueron notorios. Julia Vergara, del jardín “Caperucita Roja” de la región de Magallanes, cuenta que esto “es un aporte distinto y significativo. Este proyecto cala hondo en los niveles de bienestar del ser humano. En las sesiones que sosteníamos con las compañeras de jardines infantiles, todas salíamos renovadas. Además, también se profundiza sobre el clima afectivo y por qué es necesario que éste exista entre los adultos que interactúan día a día con niños y niñas para que haya una relación cordial y sustentada en la construcción colectiva del conocimiento”.
Desde el Programa de Primera Infancia de la UC señalan que ellos serán los encargados de continuar realizando las supervisiones, “porque lo óptimo es que exista una observación externa, con un equipo experto, que es neutro y que no es parte de la institución”, cierra la subdirectora de MIDAP.