El miércoles 23 de junio, Paula de La Tercera, publicó el artículo “¿Qué está pasando con la salud mental de los hombres?”, que analizó parte de los datos y resultados del estudio longitudinal Termómetro Social realizado por el Núcleo Milenio de Desarrollo Social (DESOC), del que forma parte el Investigador Joven de MIDAP, Álvaro Jiménez.
El artículo señala que “Dentro de los principales resultados, se reveló que de un total de 1.078 encuestados, un 22,6% declaró en la primera evaluación que presentaba sintomatología ansiosa y depresiva moderada a severa. En octubre, para la última evaluación, esa cifra había aumentado a un 27%.
Cuando esos resultados se desglosaron por sexo, se develó que si bien siempre son más las mujeres las que presentan sintomatología ansiosa y depresiva –eso se condice con estudios realizados previos a la pandemia–, la cantidad de hombres que presentó sintomatología ansiosa y depresiva en ese periodo temporal había aumentado más que el de las mujeres, por ende dando cuenta de una variación porcentual más grande. Y es que si en mayo del 2020 un 30,5% de las mujeres presentaba sintomatología ansiosa y depresiva, en octubre ese porcentaje llegó a un 33%. Pero para los hombres, mientras en mayo solo un 15% declaró padecer de síntomas ansiosos y depresivos, en octubre, ese porcentaje subió a un 22,6%”.
Al respecto, Jiménez señaló que “para los hombres esas son las barreras que aun siguen siendo importantes, porque en el fondo fuimos socializados bajo la noción de que buscar ayuda es señal de debilidad de carácter. Esto tiene que ver con los estereotipos de género, que así como determinan que las mujeres son empáticas y están al tanto de las dificultades y necesidades de todos, los hombres se tienen que mostrar autovalentes, resistir y sobrellevar cualquier dificultad interna o dolencia emocional”.
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