Estudio realizado por investigadores de nuestro Instituto Milenio en el marco de un proyecto FONDECYT y se encuentra en etapa de análisis de sus resultados.

Los invitamos a leer el artículo “Sintomatología depresiva y bienestar psicológico en estudiantes universitarios chilenos”, donde participaron como autores nuestros Investigadores Colaboradores Luisa Herrera, Caroline Leighton, y Felipe Martínez, el Investigador Joven Alberto Botto, nuestros Estudiantes de Doctorado José Luis Rossi, Karina Jaramillo y Yamil Quevedo, y nuestro Director Juan Pablo Jimenez y su Asistente de Investigación Paulina Barros.

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La calidad de vida y el bienestar psicológico ya están bajos debido a la depresión. Los cambios que los estudiantes sufren durante su vida universitaria impactan su salud mental y su bienestar, incluyendo el surgimiento de trastornos mentales como la depresión.

Los resultados señalan que un 28 % de los estudiantes universitarios chilenos padece síntomas depresivos, con una mayor sintomatología depresiva en las mujeres, con un 32,2 %, frente a un 22,5 % en los hombres, aunque no se observan diferencias según la institución de pertenencia, la edad o el nivel socioeconómico. Además determinó además que el 95,6% de los universitarios afectados no sigue un tratamiento psiquiátrico. El estudio consideró a 720 alumnos universitarios, hombres y mujeres, de las regiones Metropolitana y de La Araucanía, con un promedio de 20 años.

La cifra sugiere que los estudiantes universitarios experimentan tasas de depresión sustancialmente más altas que las encontradas en la población general. En nuestro país, la última Encuesta Nacional de Salud (2017) reveló que un 15,8% de la población nacional presenta síntomas, si bien un informe del Centro de Estudios del Conflicto y la Cohesión Social (COES) eleva el índice al 18,3%.

En este contexto, el estudio intenta ir más allá de las dificultades psicológicas y la depresión; busca entender cómo aspectos positivos de la salud mental, como el bienestar sicológico, pueden ser una protección frente al riesgo de depresión. El bienestar psicológico es un término amplio, que incluye dimensiones sociales, subjetivas y psicológicas, y se relaciona con el manejo diario de las personas para afrontar los retos que van apareciendo en la vida.

El estudio determinó que la relación entre bienestar psicológico y sintomatología depresiva es inversa y significativa, es decir a mayor puntaje de bienestar psicológico, menor puntaje de sintomatología depresiva. Esta relación inversa es concordante con los modelos teóricos que plantean que ambas variables constituyen dos extremos entro de un continuo. De esta forma, la depresión clínica podría ser entendida como la pérdida del bienestar psicológico.

Sin embargo, un tercio de los sujetos se comportó de maneras diferentes, experimentando bajos niveles de sintomatología depresiva al mismo tiempo que menores puntajes de bienestar psicológico, o al contrario, elevados niveles de sintomatología depresiva y altos puntajes de bienestar psicológico. Esto se puede entender bajo el modelo de “dos continuos”, en el cual los trastornos mentales y la salud mental están relacionados, pero son dimensiones diferentes. El primero indica la presencia o ausencia de salud mental, y el otro, la presencia o ausencia de psicopatología. Las implicancias clínicas que tiene este modelo permite explicar cómo pacientes con un mismo diagnóstico y nivel de gravedad, pueden tener diferentes niveles de adaptación psicosocial, y un impacto diferente en la calidad de vida y bienestar general.

Dentro de las dimensiones del bienestar psicológico, este estudio encontró tres que podrían tener un efecto protector frente a la sintomatología depresiva, estas serían: a) autonomía, b) relaciones positivas con otros, y c) propósito en la vida. Las primeras dos muestran concordancia con otros estudios, mientras que la última resulta interesante al ser transversal en ambos sexos y no destaca en la literatura anterior, lo que podría indicar una característica particular de la población estudiada.

Finalmente, este estudio pone de manifiesto “la necesidad de implementar intervenciones orientadas a la salud mental de los estudiantes universitarios en nuestro contexto nacional y, al mismo tiempo, pueden ser concebidos como un punto de partida para diseñar estrategias orientadas a promover y mejorar el bienestar psicológico. La intervención sobre las dimensiones mencionadas podría influir positivamente en la prevención de la sintomatología depresiva en estudiantes universitarios”.