Durante junio, el investigador Guillermo de la Parra y las investigadoras Elyna Gómez-Barris y Paula Dagnino, participaron del simposio “30 años de OPD – Innovaciones en el OPD-3”, que se realizó en la Universidad de Kassel, Alemania. En esta oportunidad, el equipo de MIDAP presentó sobre la historia y estado del arte del OPD en Latinoamérica, la investigación clínica que se ha realizado, así como avances en la psicoterapia orientada a la estructura de personalidad. También se profundizó respecto a la formación a través del diplomado OPD-2 desarrollado por la Facultad de Medicina de la Universidad Católica con el patrocinio de MIDAP.
El Diagnóstico Psicodinámico Operacionalizado (OPD, por sus siglas en inglés) nació en los años noventa en Alemania, como una forma de operacionalizar un diagnóstico relevante para la psicoterapia dinámica. La primera versión, el OPD-1, estuvo vigente una década, hasta que surgió el OPD-2, con ajustes y cambios al modelo inicial: “A principios de los 90, nuestros colegas alemanes –con quienes nos encontrábamos en los congresos de la SPR– nos hablaban sobre esta nueva modalidad diagnóstica. Nos regalaron el libro OPD-1, sin embargo, encontrábamos que el sistema, si bien era meticuloso, era a la vez poco clínico, un poco críptico y árido”, relata Guillermo de la Parra.
La instalación del OPD-2
El OPD-2 significó un cambio en la forma de entender este sistema, con una impronta mucho más clínica. Ha sido ampliamente utilizado en Alemania y otros países germano-parlantes, así como en diferentes países latinoamericanos, gracias al grupo de Santiago. Respecto a la llegada del OPD-2 a nuestro país, Guillermo cuenta que “en ese momento el proyecto OPD-2 nos sorprendió muy favorablemente, llegándonos a enamorar del sistema por sus posibilidades de indicar psicoterapia, focalizar, planificar, decidir las estrategias y hacer seguimiento del proceso de tratamiento, es decir, nos encontramos con una potente herramienta clínica que conservaba la rigurosidad científica, para ser utilizada también en investigación”. Comenzó así la colaboración estrecha con el investigador alemán Manfred Cierpka.
A partir de 2005, Guillermo junto a otros investigadores como Juan Pablo Jiménez, quien también participó de los entrenamientos de Manfred Cierpka, comenzaron a organizar cursos llamados Diplomados sobre OPD, “al principio bajo el paraguas del Heidelberg Center (HDBC) y luego de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), con un intenso intercambio con la Universidad de Heidelberg”, recuerda el investigador. Este intercambio permitió la creación, en paralelo, en 2007, de un programa de doctorado en Psicoterapia organizado entre Chile y Alemania: Marianne Krause y de la Parra (UC), Juan Pablo Jiménez y Laura Moncada (UCH), junto a Cierpka y Annette Kämmerer como contraparte alemana.
Por otro lado, como parte de la colaboración entre equipos, de la Parra fue el encargado de traducir al español el manual de OPD-2, escrito por Cierpka y la fuerza de trabajo OPD, que ha estado vigente durante tres décadas.
“En las diferentes versiones del doctorado, la línea de investigación con el sistema OPD jugó un rol relevante y dio lugar a numerosas tesis por parte de sus alumnos, como Paula Dagnino, quien realizó una exitosa disertación sobre Foco OPD y cuyos desarrollos ulteriores fueron presentados en el simposio, al igual que la disertación de Carla Crempien y Elyna Gómez-Barris. Esas líneas de investigación con OPD se siguieron desarrollando y se vieron representadas, a partir de 2012, en el programa de investigación de MIDAP. Primero como núcleo, luego como Instituto Milenio”. El diplomado OPD, coordinado por Elyna Gómez-Barris y luego por Carla Crempien, ambas investigadoras MIDAP, permitió la divulgación del sistema en todo Latinoamérica, generándose centros de trabajo OPD muy sólidos en Colombia, Uruguay, Argentina, Brasil, entre otros.
Camino al OPD-3
“Hace ya un tiempo se venía hablando del OPD-3”, cuenta de la Parra, y agrega que “a los grupos de estudio que ya existían se sumaron nuevas personas a trabajar en esta actualización que tiene una serie de mejoras respecto al OPD-2. La edición del OPD-3 coincidió con el aniversario 30 del libro que lo precede y, como reconocimiento a nuestro trabajo, fuimos invitados a participar de este encuentro. Quedaron muy sorprendidos de todo nuestro desarrollo y del trabajo realizado no solamente en Chile, sino también en Colombia y Argentina: todo en base a lo que formamos en Santiago. Es muy bonito ver el desarrollo del OPD”, comenta de la Parra.
“El OPD-3 viene con nuevos bríos”, agrega. “Nosotros queremos entrenarnos en el OPD-3 y, probablemente, el diplomado que está patrocinado por MIDAP, va a tener que ir virando también al OPD-3, porque efectivamente tiene mejoras, principalmente sutilezas clínicas que son muy útiles”.
OPD en la salud primaria
Este modelo ha sido utilizado en distintas instancias. Guillermo de la Parra, Elyna Gómez-Barris y Carla Crempien adaptaron, por iniciativa de esta última, un curso de OPD organizado por el Ministerio de Salud, dirigido a psicólogos y psicólogas de atención primaria que trabajan en zonas extremas del sur de Chile. “La buena acogida de este curso nos motivó a seguir con una investigación, gracias a la adjudicación de fondos de ANID (proyecto FONIS) para el proyecto: “Entrenamiento de competencias para psicoterapia de los trastornos depresivos en atención primaria”, donde el OPD está presente a través de la mayoría de los capítulos, tanto en sus aspectos diagnósticos, como terapéuticos”, explica el investigador. Este trabajo fue presentado a los y las investigadoras de MIDAP en la primera Reunión Ampliada de 2022.