En el marco del Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, NCC Iberoamérica entrevistó a la subdirectora de MIDAP, Marcia Olhaberry, quien señaló que durante la pandemia “la incertidumbre, el miedo, la frustración estuvieron más presentes. Cuando el humano vive una situación de peligro, busca el contacto físico para suavizarlo, sin embargo, por obvias razones, la pandemia lo ha impedido y ha vuelto difícil la gestión de estas emociones”.
El artículo indica que los efectos primarios de la pandemia mayormente están asociados a los daños que causa a la salud física, pero los efectos a la salud psicológica también son visibles. En esta contingencia, Olhaberry comentó que hay un agravamiento en quienes ya presentaban sintomatología emocional antes de la pandemia.
“Al inicio, se interrumpió el tratamiento de muchas personas, por lo que empeoró la sintomatología. En el caso de los niños, estos perdieron sus redes: colegios, redes infantiles y las relaciones familiares se intensificaron”.
En la entrevista también abordó la situación de niñas y niños, y señaló que “primero, hay que favorecer la confianza: si no hay confianza, no hay vínculo. Segundo, transmitir que la relación es incondicional: si están tristes o enojados, aseguren que estarán ahí para ellos y que de verdad queremos y estamos disponibles”, recomendó Marcia.
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