El documento “Aportes de las Ciencias Sociales, Humanidades y Artes en el contexto socio-sanitario actual en Chile. Resumen para tomadoras y tomadores de decisión”, redactado por un equipo conformado por la Investigadora Asociada y consejera de MIDAP, Mariane Krause, junto a Carolina Gainza, Milena Grass, José Ortiz y Roberto Rubio surge de una iniciativa apoyada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Durante abril y mayo de 2020, investigadoras e investigadores de las áreas de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades se reunieron en cuatro mesas de conversación, con el fin de compartir reflexiones y propuestas respecto a la situación de Chile en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Los diálogos fueron recopilados y editados por el comité redactor, el cual elaboró el documento “Aportes de las Ciencias Sociales, Humanidades y Artes en el contexto socio-sanitario actual en Chile”. Este documento fue presentado ante la Mesa Social COVID en octubre del 2020. A fines de enero de este año, el documento fue enviado a presidentas y presidentes de sociedades científicas y asociaciones de investigadoras e investigadores de Chile correspondientes a las áreas de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades, así como también a directoras y directores de centros y otras unidades de investigación en dichas áreas, con el objetivo de recoger opiniones que enriquecieran el texto. Entre abril y junio de este año se redactó la versión definitiva de este documento.
Participaron, en distintas etapas del proceso, el director de Investigación Alex Behn, las Investigadoras Asociadas María Pía Santelices y Carola Pérez, el Investigador Adjunto Manuel Ortiz, y el Investigador Colaborador Pablo Castro.
Las recomendaciones ofrecidas en el presente documento están organizadas en cinco dimensiones: estado y sociedad, medios y tecnología, salud mental, prácticas culturales y territorio, cultura y subjetividades. Asimismo, el documento distingue entre recomendaciones de corto, mediano y largo plazo, y se expone, a modo de introducción, una breve descripción del contexto.
Además de diferentes ámbitos y plazos, en este documento también se describen recomendaciones con distintos niveles de concreción, que responden a la magnitud de los diferentes desafíos en materia social y cultural que nuestro país enfrentará durante y después del contexto actual de pandemia.
En el ámbito de la salud mental, el documento entrega las siguientes recomendaciones:
Corto Plazo
– Dar mayor prioridad a la salud mental en las acciones de promoción, prevención y tratamiento frente al COVID-19.
– Cambiar el enfoque hospitalo-céntrico por un enfoque de Atención Primaria orientado a la prevención en las comunidades.
– Promover conductas psicológicamente saludables.
– Despatologizar acciones de promoción de la salud mental.
– Proteger la salud mental e intervenir oportunamente en grupos de riesgo
– Monitorear y asegurar la continuidad del tratamiento, incluido el acceso efectivo a medicamentos psiquiátricos, a personas con antecedentes previos de problemas de salud mental, así como a toda la población que lo requiera.
– Fortalecer la Tele-Psicología y Tele-Psiquiatría, incorporando opciones de ayuda rápida a través de canales de fácil acceso.
-Fomentar la salud mental en el aula a través de diseñar estrategias de fomento del pensamiento crítico, creativo y de la reflexión interdisciplinaria sobre las medidas de autocuidado en la pandemia, considerando una perspectiva de género y respetuosa de la diversidad.
Mediano Plazo
– Promover una mirada colectiva de la salud que releve el rol de la comunidad, en particular, en acciones de prevención.
– Fortalecer la Atención Primaria, involucrando a la comunidad, en cadenas de cuidado y prevención.
– Ampliar el acceso a y la cobertura de los tratamientos para problemas de salud mental en términos generales, y en particular a poblaciones de elevado riesgo y/o cuyo efecto se arrastre a lo largo de la vida.
– Desarrollar ofertas de apoyo a la salud mental de grupos específicos más vulnerables a tener secuelas en su salud mental a consecuencia de la pandemia.
– Monitorear el impacto de la comunicación digital sobre las relaciones humanas y con ello sobre el bienestar/ malestar de la población.
Largo Plazo
– Incorporar en las políticas de desarrollo social los conocimientos sobre la relación que tienen los problemas de salud mental con las condiciones de vida de la población. 3.15. Incorporar en las políticas de salud y de desarrollo social acciones que modulen comportamientos no saludables de la población.
– Considerar en las intervenciones en salud la interacción mente-cuerpo, articulando salud mental y física.
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