Encuesta realizada por investigadoras de MIDAP revela las experiencias de madres y padres de hijos/as menores de 5 años en pandemia

Durante 2020 se realizó la encuesta online ‘Aprendiendo sobre las experiencias de parentalidad con hijos/as pequeños/as y por nacer durante el Coronavirus (COVID-19) en Chile”, a cargo de la subdirectora e Investigadora Asociada Marcia Olhaberry, la Investigadora Postdoctorante Catalina Sieverson, y las investigadoras UC Macarena Romero, Pamela Franco, Antonia Muzard, Daniela Iribarren, Trinidad Tagle y Carolina Honorato.

El estudio contó con 1.163 participantes y dentro de los resultados destaca que el 75,7% cree que pandemia influirá en la parentalidad y el 61,5% se mostró más o mucho más consciente de las necesidades de los niños/as.

Con respecto a los adultos/as, se reportaron cambios significativos en el estado emocional antes y desde el COVID-19, con un aumento en irritabilidad, tristeza, mucha tristeza, y disminución del estado de felicidad. Por otro lado, el estudio revela un deterioro en el funcionamiento cotidiano, con un empeoramiento en la calidad del sueño, la capacidad de disfrutar, un aumento la dificultad para calmarse y afrontar situaciones difíciles y para realizar y disfrutar actividades solo, con los/as niños/as y otros adultos.

“Si bien se esperaría un alto impacto de estos cambios en los niveles de confianza en el rol parental, el 54,4% señala sentirse igualmente confiado en sus habilidades parentales desde el COVID-19 y solo un 20,2% reporta menor confianza en su capacidad para ejercer adecuadamente su rol parental. Es probable que a un mayor paso del tiempo y elaboración de la experiencia, la percepción del impacto en el rol parental de las medidas sanitarias se incremente, considerando que un 75,7% identifica algún tipo de impacto en su rol parental”, señala Marcia Olhaberry.

Con respecto a los niños, los participantes del estudio reportan empeoramiento en la calidad del sueño, en los hábitos alimenticios, en la capacidad para calmarse, para jugar, para compartir con otros/as y para desplegar autonomía; así como el aumento de llantos y pataletas. “Lo anterior reafirma hallazgos previos y contribuye a la profundización de la comprensión del impacto de la pandemia en el bienestar de la familia temprana. Este resultado permite también relevar la importancia de las redes de apoyo y de pensar la crianza como un proceso compartido que requiere la presencia de muchos actores de la comunidad. Esta correlación permite pensar en el peso del contexto en el ejercicio de la parentalidad, poniendo el acento en la necesidad de generar estrategias de apoyo adicionales para las familias con niños pequeños que experimentan un mayor número de estresores y adversidad, así como en la prevención del riesgo de impacto negativo en el desarrollo y la salud mental infantil y familiar”, señala la investigadora.

Los resultados se pueden descargar aquí.