“No todos se sienten cómodos cuando lloran y menos si lo hacen delante de otros, pero eso no debería ser así. La ciencia indica que llorar libera químicos en el cuerpo que producen una sensación de bienestar, pero también permite conectarse con las propias emociones y con quienes se confía. Algo en extremo necesario en tiempos de pandemia”, señala El Mercurio.
Marcia Olhaberry, Investigadora Asociada y subdirectora de MIDAP, y Javiera Duarte, Investigadora Joven, fueron consultadas para este artículo. “(Las emociones) dan un sentido para liberar el dolor y recuperar el equilibrio”, señaló Marcia Olhaberry; mientras que Javiera Duarte agregó que “el llanto tiene una función de autorregulación, pero también otra prosocial, donde los demás realizan determinados gestos de apoyo a quien llora”.
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