En octubre se estrenó la plataforma Tercera Dosis, medio digital que busca difundir investigación periodística y académica. El 20 de este mes se publicó la primera columna de MIDAP en el medio: “Trago amargo”, escrita por la estudiante de Doctorado Mahaira Reinel, el Investigador Colaborador Yamil Quevedo y el Investigador Joven Cristóbal Hernández.
En la columna, señalan que “La población mundial fue testigo de la popularización de videos en lo que se observaba cómo las personas salían a cantar o tocar instrumentos en sus balcones; los panoramas se limitaron a las juntas por zoom o la posibilidad de pasear a las mascotas o sacar la basura; y muchas personas exploraron nuevas actividades como la cocina o la jardinería. Sin embargo, también se hizo evidente que no todas las personas podían acceder a éstas posibilidades; y que otras no podían activar sus recursos psicológicos en pro de encontrar estrategias para manejar las emociones asociadas a esta situación. Para algunas personas el alcohol y otras drogas podrían aparecer como alternativas disponibles, rápidas y casi mágicas para aliviar la angustia y olvidar, aunque sea por un momento, los problemas y ansiedades. Por ejemplo, las asociadas a la pandemia y las cuarentenas”.
“Estudios locales indican que por lo menos un 77,7% de los chilenos y chilenas ha consumido alcohol una vez en su vida, mientras que un 43,3% lo ha hecho durante el último mes y, preocupantemente, un 9,3% de la población presentaría un consumo de riesgo, entendido como un patrón de consumo de alcohol que expone a la persona a consecuencias adversas para la salud si es que persistiese. En términos concretos, esto significa tomar entre dos y cuatro vasos de cerveza diarios o su equivalente en alcohol para otras bebidas. No es sorpresa, entonces, que el Ministerio de Salud haya definido esto como un problema de salud pública. De hecho, según los resultados de la segunda encuesta sobre los efectos del COVID-19 en el consumo de alcohol y otras drogas en Chile, realizada por SENDA durante abril y mayo pasado, si bien un 33.9% de las personas reportaron consumir la misma cantidad de alcohol que antes de la pandemia y un 36,1% dijo haber consumido menos alcohol, contamos con un 22.2% que aumentó su consumo”.
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