Sr. director:
La semana pasada Ipsos publicó la encuesta “Un año del COVID-19”. Se trata de una encuesta realizada en 30 países y que incluyó mediciones de más de 21.000 participantes.
Diversos medios de prensa cubrieron la publicación de la encuesta con una lectura inexacta de sus resultados. De acuerdo a esta lectura, Chile estaría en el segundo lugar entre los países en los que más se ha deteriorado la salud mental durante la pandemia, tomando como referencia el estado de las personas hace un año.
Si bien existe evidencia científica confiable que ha demostrado efectos adversos de la pandemia sobre la salud mental de las personas, la medición de estos efectos debe ser cuidadosa y utilizar instrumentación validada. La medición en salud mental debe diferenciar entre el malestar general y los síntomas clínicos. Para esto, es necesario medir dimensiones propias de la psicopatología, como, por ejemplo, síntomas específicos de depresión o ansiedad. Si esto no se cumple, no es posible hablar con propiedad de un deterioro de la salud mental. Más aún, se corre el riesgo, evidente en el caso de la cobertura sobre Ipsos, de homologar una merma en el bienestar, que es esperable, dada la situación actual en la que vivimos, con la enfermedad.
Tenemos muchas razones para sentirnos peor que antes, pero eso no nos convierte en enfermos, no equivale a un deterioro de la salud mental. Todo lo contrario, la atención de las personas sobre los cambios en su emocionalidad producto de las dificultades actuales puede incluso ser una barrera protectora respecto al desarrollo eventual de psicopatología.
Cabe destacar también que la metodología de la encuesta Ipsos indica claramente que no se puede hablar de una muestra representativa en el caso de Chile, aspecto que no fue, por cierto, considerado en la construcción de los titulares noticiosos. Tampoco existe notación metodológica alguna respecto a la sensibilidad cultural de la encuesta. ¿Las preguntas miden las mismas dimensiones en culturas tan disímiles como la India y Polonia? Con temas tan importantes como la salud mental, la precisión conceptual no solo ayuda en el manejo de la pandemia y sus efectos sobre las personas, también ayuda a disminuir estigmas e informar con responsabilidad social.
Los que trabajamos en salud mental necesitamos a los medios de comunicación como aliados en la tarea de informar responsablemente.
Juan Pablo Jiménez, Director de MIDAP
Marcia Olhaberry, Subdirectora de MIDAP
Alex Behn, Director de Investigación de MIDAP
Carta publicada en CIPER.