Seminario MIDAP «Diálogos sobre salud mental y desarrollo sustentable» reúne a investigadores e investigadoras para abordar temáticas sociales

El martes 24 de mayo se realizó el Seminario MIDAP «Diálogos sobre salud mental y desarrollo sustentable», que reunió a tres investigadores/as de renombre del ámbito de las ciencias sociales, de las ciencias económicas y de las ciencias biológicas, quienes dialogaron sobre este tema con investigadores/as de MIDAP.

El director de MIDAP, Juan Pablo Jiménez, introdujo los diálogos de la jornada señalando que “en las últimas décadas se ha agregado al diccionario otro significado para depresión que hace medio siglo no existía y que tiene especial interés para nuestra discusión de hoy. Me refiero a la depresión como expresión de malestar social. En este sentido, uno de los graffiti que vimos en los muros de Santiago en octubre del 2019 impacta por la interpretación del estallido que deja ver. El rayado –categórico–, pregonaba: “No era depresión, era capitalismo”. Es como si una persona se hubiera dado súbitamente cuenta de que la razón de su malestar y sufrimiento no era atribuible a una enfermedad individual, sino que fuera la manifestación, en él o en ella, del sistema económico imperante en la sociedad entera (recuerden el grito de aquellos días: “Chile despertó”) (…) Dicho de manera general: ¿Hay alguna interacción, y si la hay, cuál es ésta, entre el modelo de desarrollo y de sociedad que ha sido dominante durante las últimas décadas en Chile y la salud mental? Y, otra pregunta relacionada a la anterior: Una sociedad más saludable en términos mentales, ¿tendrá algún impacto en el desarrollo del país?”.

El primer diálogo, titulado Desmesuras sociales y padeceres individuales, reunió a Kathya Araujo, socióloga, psicóloga y directora del Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NUMAAP) y Cristián Montenegro, sociólogo, Investigador Joven de MIDAP, académico de la Escuela de Enfermería UC, y research fellow del Wellcome Centre for Cultures and Environments of Health, University of Exeter.

“La manera en que yo entiendo teóricamente esta relación entre individuos y sociedad, lo que me permite decir que aquí hay una articulación entre ambos –desde un punto de vista sociológico–, es la idea de que la vida social se constituye a partir de un conjunto de desafíos que son estructurales, pero que se manifiestan en la vida ordinaria de las personas. En ese enfrentamiento a estos desafíos culturales, se constituye el conjunto de experiencias que estas personas tienen, a partir de las cuales juzgan, ordenan sus ideas acerca de su sociedad, pero también hacia sí mismos. Desde esa misma perspectiva, a partir de esta concepción de lo que es nuestra vida social y cómo tenemos que estar permanentemente trabajando para enfrentarla, un aspecto que hay que subrayar es que las personas hacen un trabajo individual permanente para responder esos desafíos. No solo es importante saber cuáles son esos desafíos, sino estos trabajos que las personas tienen que hacer para desplazarse en el mundo social”.

Cristián Montenegro, a partir de la presentación y del trabajo de Kathya Araujo, señaló que “lo que logra Kathya es proponer una concepción historizada del sujeto y de la socialidad. Eso significa que el lugar donde nacemos y el momento en que lo hacemos nos define, nos individualiza y nos diferencia. Solo podemos saber lo que somos y solo podemos experimentarnos como sujetos en un medio social, cultural y material determinado. Eso significa que vivimos, damos sentido y comunicamos nuestro malestar a través de los materiales que nos ofrece ese medio, que incluye muchas cosas: influencias, presiones, valores, lenguajes, pero también incluye formas de entendernos a nosotros mismos”.

“Kathya viene trabajando distintos procesos que vinculan lo subjetivo y lo social, que anteceden al estallido, pero que permiten leer el estallido como una intensificación y una radicalización de cosas que ya estaban ahí, pero al mismo tiempo, le da al estallido la capacidad de hablarnos. Hubo un debate interesante luego del estallido, particularmente en ciencias sociales, sobre quién se atribuye la capacidad de explicar esto. ¿Podemos explicarlo? ¿Teníamos la información, podríamos haberlo anticipado? (…) En el campo de la salud mental, ¿qué aprendemos de esto? ¿Cómo se registra el estallido social en la salud mental? La crisis del estallido nos obligó a reconocer el peso insoportable de la vida social que nos ha sido dada”, agrega Montenegro.

Revisa el diálogo completo a continuación:

En el segundo bloque, titulado Buscando bordes del neoliberalismo, dialogaron Rodrigo Valdés, ex ministro de Hacienda y economista de la Escuela de Gobierno UC, junto a Álvaro Jiménez, Investigador Joven de MIDAP, académico de la Facultad de Psicología UDP, investigador del Núcleo Milenio de Desarrollo Social (DESOC) y del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay).

Rodrigo Valdés señaló que “para mi disciplina, la economía, esta conversación no es tan fácil (…) El miedo a la vejez, el sobreendeudamiento, son temas que los economistas están empezando a investigar en el mundo de la salud mental y la economía (…) asimismo, cómo la estructura de la economía cambia la significación que le damos a las cosas, esto está muy relacionado a lo que se ha hablado previamente aquí. Pienso en los efectos colaterales que tiene organizar la sociedad en torno a la meritocracia. O, en un nivel más cercano, es relativamente evidente que un sistema de capitalización basado exclusivamente en capitalización individual, produce cierto individualismo en los cotizantes y eso está fuera de la economía”, indicó el ex ministro.

Agregó que “es muy importante reconocer que una economía de mercado no garantiza que una asignación de recursos sea justa, está fuera de lo que se preocupa, y todo el tema de justicia requiere una intervención lateral. Qué es justo o qué es injusto es algo que un economista no tiene mucho qué decir (…) En el caso de Chile, hemos estado construyendo una sociedad en que esperábamos que estos arreglos institucionales basados en mercado funcionaran, y no funcionan bien”. Finalmente, señaló que “no es necesario describir nuestros problemas como un asunto de neoliberalismo, es un concepto que no nos lleva muy lejos”.

Álvaro Jiménez inició su intervención señalando que, previamente, Valdés reconoce “que el neoliberalismo es una categoría que se encuentra en el centro de distintos diagnósticos acerca de los problemas sociales, el neoliberalismo es usado como una etiqueta que engloba los males del sistema (…) creo que si bien tiene razón en que el neoliberalismo es un concepto difuso, el hecho de que un concepto no tenga bordes bien definidos, ¿significa que haya que declararlo inútil? Quienes nos dedicamos a la psicología, vemos de manera muy concreta (la relación con el neoliberalismo) cuando vemos a pacientes que tienen una relación consigo como empresarios de sí mismos, que viven autoexplotados, sin alcanzar su ideal”.

Revisa el diálogo completo a continuación:

El tercer y último diálogo titulado La ciencia en Chile: ¿un experimento inconcluso? Reunió a Ramón Latorre, bioquímico, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2002 y ex director del Instituto Milenio Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso (CINV), junto a Mariane Krause, Investigadora Asociada de MIDAP y decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

“La ciencia ha generado terremotos en la sociedad, al proponer conocimiento que implica grandes cambios en la forma en que se concibe la vida (…) la red que existe entre la ciencia y la humanidad es constante, la ciencia es parte de la cultura”, señaló Latorre en su presentación, en la que también realizó una breve revisión de la historia del desarrollo de la ciencia en Chile. “Necesitamos decisión política para crear buena ciencia en Chile (…) No hay ningún país desarrollado que no tenga buena ciencia básica. El pensamiento mismo, los productos de la ciencia básica son los que empujan la carreta”.

“Tenemos muchos problemas, pero no puedo dejar de mencionar que uno de ellos es la falta de pensar en los proyectos de alto riesgo en las ciencias básicas. Por otro lado, la ciencia no se proyecta a las regiones, no hay facilidad para los científicos de irse a las regiones, de crear un con mayor acceso a la ciencia y también a la cultura”, indicó.

Por su parte, Mariane Krause señaló que con esta presentación busca hacerse “cargo de algunos fantasmas, como el del potencial desbalance entre ciencia básica y ciencia aplicada, que nos puede llegar en el extremo al utilitarismo de la ciencia, que nos puede llevar a un precipicio –citando a Ramón Latorre–. Ese es un fantasma y siempre da un poco de miedo cuando la ciencia pasa a ser parte de una política de gobierno que pudiera caer en ese extremo utilitarista, ese extremo que puede ser de una mirada muy cortoplacista. Otro fantasma tiene que ver con el status de las ciencias sociales. Aquí estuvo muy implícito, pero cuando Ramón dice que la ciencia es parte de la cultura; yo podría dar vuelta la frase y decir: la cultura es parte de la ciencia”.

Finalmente, Krause señaló que “con las ciencias sociales tenemos un problema porque tenemos que dar cuenta de dos cuestiones a la vez: acumular conocimiento en el tiempo, y dar solución a los problemas locales. Tenemos que ir por la línea intermedia”.

Revisa el diálogo completo a continuación:

Para finalizar la jornada, la subdirectora de MIDAP, Marcia Olhaberry, y el director de Investigación de MIDAP, Alex Behn, dirigieron la discusión basada en las preguntas y comentarios hechos por la audiencia, permitiendo un diálogo con y entre los expositores.

El seminario completo puede ser visto en el canal de YouTube de MIDAP, en el siguiente enlace.